Este blog fue creado con el propósito de servir de punto de encuentro para compartir ideas de temas educativos. Está abierto a todas aquellas personas interesadas en el fortalecimiento de la educación en Puerto Rico. Todas las participaciones son únicamente responsabilidad de sus autores. ¡Bienvenidos!

miércoles, 12 de octubre de 2011

La educación en nuestros días: el reto tecnológico

El desarrollo de una sociedad cada vez más cambiante está matizado por asombrosas innovaciones tecnológicas en el área de la informática y las telecomunicaciones. Esto ha provocado que la educación se mire en un espejo imaginario, no para preguntarse “cuál es la más bonita”, sino para cuestionarse si está cumpliendo con lo que el estudiante de nuestros días necesita y espera de ésta.

Los cambios que han ocurrido en el mundo nos llevan a hablar de un nuevo paradigma educativo, ya que todo sistema educativo debe responder a la sociedad a la que sirve.  Este nuevo paradigma integra de manera activa y recíproca al maestro y al estudiante y su relación con el currículo desde una perspectiva constructivista, participando en variadas formas de avalúo ("assessment") y haciendo uso de las innovaciones tecnológicas disponibles.

La nueva educación implica, además, el surgimiento de un nuevo alumno.  De hecho, el perfil del estudiante actual es muy distinto al de una generación anterior.  Los cambios en el orden social y económico han contribuido en gran medida a esto.  El continuo contacto con un mundo exterior altamente tecnológico ha variado el modo en que los estudiantes de hoy en día se enfrentan al proceso educativo.*

Es por eso que las instituciones educativas de todos los niveles se enfrentan actualmente al desafío de reconocer las amplias posibilidades que ofrecen los nuevos desarrollos tecnológicos, con el propósito de implantar proyectos educativos que diversifiquen y enriquezcan las estrategias didácticas para porque promuevan la construcción de conocimientos realmente significativos. Esto aplica tanto a administradores como al personal docente.

Sin duda, los educadores deben ser el ejemplo vivo de lo que implica ser un ciudadano de esa aldea global que llamamos mundo. No podemos exigirles a los estudiantes unas actitudes de aprendizaje activo e inquisitivo, si nuestra praxis no demuestra esas mismas actitudes.  Por eso, es indispensable que el educador, en su papel de continuo investigador, constructor de conocimientos y aprendiz de por vida, sea un conocedor de cómo las nuevas tecnologías contribuyen al desarrollo del aprendizaje.

En fin, es necesario que los educadores de todos los niveles asumamos el reto de la alfabetización tecnológica para que sirvamos de modelos para nuestros alumnos.  La tecnología, utilizada de manera efectiva, no sólo los hará a ellos mejores estudiantes, sino que nos hará a nosotros mejores docentes. La apertura del maestro a la tecnología y al nuevo paradigma educativo "puede proveer el modelo de comportamiento que necesitan los estudiantes para la sociedad tecnológica del futuro y puede también dirigir la revigorización de la vida intelectual del educador” (Dunlap, 2009).

José A. Ramírez-Figueroa, Ed. D.
Director, Departamento de Educación y Tecnología

* Para más información sobre estos temas, nuestra directora del Departamento de Administración de Empresas, Norma Ortiz - Rodríguez, Ed.D.(c), recomienda los siguientes enlaces:
http://www.nextgenlearning.com/










jueves, 25 de agosto de 2011

El valor para enseñar

¿Quién dijo que educar es una tarea sencilla?  ¿Quién dijo que cualquier persona puede ser un buen maestro? Parker J. Palmer, en su conocido libro The Courage to Teach, sostiene que la buena enseñanza no puede reducirse únicamente a prácticas pedagógicas adecuadas. La buena educación, según Palmer, proviene de la identidad e integridad del maestro.

Como educadores, generalmente intentamos transmitir a nuestros estudiantes los valores universales que a nuestro juicio hacen de un individuo una mejor persona: honestidad, justicia, valentía, honradez, perseverancia, compasión, empatía, responsabilidad, compromiso social... Son valores que nuestros padres y nuestros maestros nos inculcaron desde que éramos pequeños y que moldearon nuestra personalidad. Además del contenido curricular de la asignatura que enseñamos, también somos modelos que nuestros alumnos imitarán algún día. Esa es una gran responsabilidad... una responsabilidad que puede causar temor, ¡y mucho! Pero hay que entender que aquel maestro que no quiere ser modelo para las futuras generaciones, debe abandonar la profesión; y si pretende continuar desempeñándose como educador, debe aceptar ese reto.

Definitivamente, es necesario que cada maestro tenga "el valor para enseñar". Esta es una carrera que en ocasiones resulta angustiosa ante las presiones que los docentes reciben desde distintos frentes de la batalla cotidiana, pero es sin duda la más noble y la más significativa en toda sociedad. Es una profesión que exige mucho de quienes la practican, pero las recompensas personales y espirituales que ofrece tienen aún mayor peso. Palmer señala que un buen maestro incorpora su experiencia personal y la de sus estudiantes al tejido de la vida. A este pensamiento yo le añado que ese tejido hay que crearlo con hilos de amor, entrega y compromiso.

José A. Ramírez Figueroa, Ed.D.
Director - Departamento de Educación y Tecnología
American Unversity of Puerto Rico